Joakim Cortis y Adrian Sonderegger son dos fotógrafos suizos especializados en fotos publicitarias y editoriales, a los que un día se les ocurrió recrear en el estudio algunas de las fotos más famosas del fotoperiodismo.
Bueno, a ver, en realidad se les ocurrió esta idea al ver que Andreas Gursky vendía una obra creada a partir de una foto que él mismo hizo por 3,2 millones de euros. Aquí la noticia.
Y claro, con esos mimbres, Joakim y Adrian dijeron «¡Qué coño!» y, después de añadir «total, ahora mismo no tenemos ningún encargo«, se pusieron manos a la obra y crearon todas estas reproducciones. No ganaron millones de euros, pero sí reconocimiento en internet. Algo es algo.