Foto: Imagen del pack de salmón ahumado Carrefour.
Si hace un tiempo me sorprendía que hubiera que explicar el mecanismo de un abrefácil, hoy me llevo las manos a la cabeza al ver que hay que decir que el salmón ahumado contiene pescado.
Una vez pasadas la sorpresa, la risa, la incredulidad y la vergüenza iniciales, uno se pregunta qué ha llevado al responsable de sacar este producto al mercado a escribir semejante obviedad como si fuera indispensable. ¿Será que hay gente que no sabe que el salmón es un pescado? ¿Será que piensan que el proceso de «ahumado» convierte al salmón en lechuga? ¿Será que la empresa tiene miedo que los demanden en caso de intoxicación? ¿Será que el exceso de legislación ha acabado con el sentido común? ¿O será sencillamente que hemos llegado al punto de no retorno en cuanto a gilipollez se refiere?
Yo voto por la última.