Una oportunidad

Hace un par de días corrió como la pólvora (lo siento, no lo he podido evitar) esta imagen de nuestro presi con el periódico del día. La gente se escandalizó al comprobar algo que ya sabían: a Mariano lo que le gustan son los deportes. Que sea presidente del gobierno es un mero detalle sin importancia. ¿Washington Post? ¿New York Times? ¿Le Monde? ¿Acaso ahí vienen los resultados de la jornada? ¿Los entrenamientos del Madrí? ¿El último corte de pelo de CR7? Paparruchas.

A Mariano le gustan los deportes y no sabe hablar idiomas. Es de aquí. Joder, si sólo le falta ver el Sálvame DeLuxe para ser el perfecto español. Y luego dicen que no nos representa. Los modernos, los hipsters, los culturetas dicen eso. Pero Mariano es español español. Y lee el Marca y, si se tercia, el As. Aunque no le guste tanto la maquetación.

De todas formas, el problema no es de Mariano. El problema es que el mundo no sabe relacionarse con él. A Mariano, como a cualquier español, hay que hablarle en su idioma. ¿Que hay 110.000 parados más? Pues se explica de manera que sea comprensible y se cambia «parados» por «lesionados«. Así tendríamos, en lugar de «parados que no encuentran trabajo«, «lesionados que estarán de baja unas jornadas«. Mejor, ¿verdad?

La gente tendría que usar el Marca para meter noticias que convendría que supiera Mariano. De hecho tendrían que aprovechar sus reuniones con deportistas de alto nivel para ponerle al día:
– “Hombre, Nadal. Qué partidazo el tuyo. Tú shí que eresh un ejemplo.”
– “Gracias presi. ¿Sabe que tenemos más lesionados en este país? Habría que hacer algo para lograr que se recuperaran lo antes posible. Para que no se pierdan más temporadas. Ya sabe, la vida del deportista es muy corta…”
– “¡Cáshpita! Tienesh razón. Me pongo ahora mishmo con ello.”

Tenemos delante de los ojos una oportunidad única para hacer llegar los mensajes que queramos a nuestro presidente y no lo estamos viendo.