Por lo menos esa es la impresión que me queda tras conocer que un tipo tropezó en el Museo Fitzwilliam de Cambridge derribando en su caída 3 jarrones de la dinastía Qing de finales del siglo XVII.
Por lo visto, el accidente se produjo al ir el buen hombre con los cordones desabrochados mientras bajaba por unas escaleras (mala combinación). El tropezón hizo que tirara los jarrones que estaban allí expuestos.
Margaret Greeves, subdirectora del museo, declaró que los jarrones «quedaron en pedazos muy, muy pequeños, pero estamos determinados a volverlos a pegar».
El museo no quiso identificar al hombre que se tropezó, aunque yo tengo mis sospechas, mientras que Duncan Robinson, director del museo, afirmó que se alegraba de “que el visitante involucrado pudo abandonar el museo ileso». No sé muy bien qué quiere decir con esto. A lo mejor a alguien se le pasó por la cabeza alguna manera de hacerle pagar el destrozo que no nos quiere comentar.
Comentarios
2 respuestas a «Mr. Bean en el museo»
Tranquilo. Seguro que estaban bien asegurados y ha sido un gran negocio para el museo.
Si no es así, no me explico los comentarios del director y subdirectora. Bueno, sí me los explico. Los han robado y han roto unos falsos…
Vaya, parezco Agatha Christie. :D
Puede ser que el tipo estuviera compinchado con el director del museo y que tirara los jarrones a posta para que les pagara el museo. Pero éstos, como dices tú, serían falsos. Así cobran el seguro por un lado y los venden en el mercado negro por otro.
Angrod, lo hemos descubierto. Y yo pensando que era Mr. Bean…