Desde 1990, cada noviembre, los habitantes de Wunsiedel se ven obligados a abandonar sus casas y pirarse del pueblo para no cruzarse con un montón de neonazis que se adueñan de sus calles para homenajear a Rudolf Hess que se encuentra allí enterrado. Todos los años intentan impedir este desfile sin éxito, sin embargo, este año fue diferente.
Este año decidieron hacer algo nuevo: por cada metro que recorrieran los neonazis por su pueblo, ellos donarían 10€ a una ONG llamada Exit, encargada precisamente de ayudar a la gente que quiere salir de estos grupos. Todo ésto sin que los manifestantes supieran nada por adelantado. Eso sí, se encargaron de ir haciéndoselo ver a lo largo del recorrido con pancartas con mensajes como “Si el Führer se enterara” o “Ligeros como galgos, duros como el cuero y generosos como nunca antes” en clara mofa de algunos eslogans conocidos del Tercer Reich. Incluso montaron un «avituallamiento» en el que se podía leer “Mein Mampf” (mi comida) en lugar de “Mein Kampf”.
Al final recaudaron 10.000€ en donaciones gracias a los propios neonazis y su desfile. ¡JÁ!
Me lo dijo el xenmate que enlazaba a esta noticia, pero hay más info (en castellano) en este otro enlace.