1) Durante mi paso por la putamili (sí, me tocó; último reemplazo y sí, me siento bastante gilipollas), en fin, decía que durante mi estancia en el ejérsito apañó, cuando nos mandaban desfilar, en lugar de «izquierda, izquierda, izquierda-derecha-izquierda», lo que hacía el sargento era algo como Aro-osssshhhssshhh, Aro-osssshhhssshhh»… o algo así. Cosa que al principio me resultaba bastante graciosa… luego nada me resultó gracioso nunca más
2) Durante unos años tuve que aguantar en las agencias donde curraba a los llamados comerciales. Gente que no, por lo general, no tiene ni puta idea de lo que cuesta diseñar y pensar una campaña o pieza gráfica y que lo único que le interesa es que el cliente la compre. Cosa que nunca me hizo puta gracia.
En fin, si juntamos estas dos experiencias mías personales y particulares y le añadimos una pizquilla de buen gusto y talento, sentiende perfectamente el que, al ver esta ilustración de Marcel Ceuppen, no haya podido evitar el dedicarle un postillo.
Visto en Otro día de mierda.
Comentarios
4 respuestas a «Aro-osssshhhssshhh, Aro-osssshhhssshhh»
Es raro, pero desde que trabajamos juntos, entro más a tu blog que a mi casa pisma…fijate tu!!!… esto es como yo robot, pero en lso 60 o 50 vaya usted a saber
muy cínico. Me encantó.
che que buena info!
salud
pués si, otro día de mierda. buf